viernes, 22 de junio de 2007
Vamos y venimos. Inconcientemente (quizás no tan inconciente como quisiera), lo hacemos a la vez. Cuando dejás todo de lado, yo voy y te busco. Lo feo es que te encuentro como no quiero encontrarte. Estás en ese papel de lindo que te queda tan bien, me da celos de cualquiera que se te acerque a mas de 2 km a la redonda. Y más cuando te paras derechísimo, te acomodás el pelo y automaticamente, te lo despeinás perfectamente peinado (y si esto no parece lógico, créanme que sí lo es, y lo peor es que le queda perfecto). Si, capto toda mi atencion, se no te o no, en vos. Porque no se que tenes, no sos el tipico chico que me gustaria, asique supongo que es eso. La obsesion que tengo con vos es porque tengo esa cosa de atraccion por vos que es irresistible, se podria decir, y no sos nada de lo que me gusta en si. Parece que tuvieras el autoestima por el piso, te enamorás en 2 dias (no de mi), sos mujeriego, mentís para llegar a lo que querés, querés que todo salga como lo planeaste, podés envolverme en cualquier cosa, hacés que mil y un canciones me engañen haciéndome pensar que no sos nada. Sos todo lo que no me gusta y ahí es donde reivindico la ley del imán. Los opuestos se atraen. Aunque hay una parte de esta teoría que la hace caer. Soy tu opuesta? No parece. No te sentís ni un poco atraido. Entonces, si los opuestos se atraen y vos no te sentís atraido (otra vez).. quiere decir que soy igual a vos.. Por lo tanto, si somos tan iguales, ¿por qué no estamos juntos?. Todo en mi cabeza dice que nacimos para estar juntos. Despues de 7 meses y varios besos, seguis aca.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 cosas:
Publicar un comentario